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Fecomagnetoterapia y el arte de inventarse terapias alternativas

“Somos muy exigentes a la hora de hacer cumplir los horarios del transporte publico, deberiamos de ser igual de exigentes a la hora de hacer cumplir las leyes que deberían proteger nuestra salud.”

Hace unas semanas la Universidad Politécnica de Valencia organizó una sesión de charlas TEDx. Para aquellos que no conozcáis qué es TEDx, TED es un evento anual en el que algunos de los pensadores y emprendedores más importantes del mundo están invitados a compartir lo que más les apasiona. TED ha creado TEDx, un programa de conferencias locales y organizadas de forma independiente que permiten disfrutar de una experiencia similar a las conferencias TED, y este es el caso de TEDxUPValencia.

TED-Talks

El pasado 19 de Febrero, Mariano Collantes, fundador de la empresa UVAT Bio y doctorando del Instituto Cavanilles (UV), compartió con toda la audiencia de TEDx una historia muy aguda (y a su vez triste) sobre la facilidad con la que se puede crear una terapia alternativa.

En 2008, Mariano y su compañero de carrera Fernando Cervera, crearon una página web en la que describían una nueva terapia alternativa capaz de curar enfermedades empleando únicamente una mezcla de caca e imanes, la feco-magneto-terapiaTodo empezó como una broma, pusieron diversas pistas a lo largo de la web que permitían al lector deducir que todo era mentira, pero rápidamente la situación se fue haciendo más y más “real”.

Fernando Cervera y Mariano Collantes

Fernando Cervera y Mariano Collantes

Al poco tiempo, varias plataformas de internet vendían sus productos. Escribieron al congreso de los diputados, y la respuesta que recibieron de una portavoz de sanidad fue que efectivamente este tipo de terapias alternativas deberían estar cubiertas por la seguridad social. Dieron charlas sobre su nueva terapia, y no solo nadie se dio cuenta de la trampa, si no que otros terapeutas alternativos les ofrecían colaboraciones. Nadie les preguntaba dónde habían aprendido a diagnosticar y a curar enfermedades, ni cómo habían llegado a desarrollar sus productos, ni mucho menos, si había alguna evidencia científica sobre su función o su efectividad.

Leslie Nielsen y Hugh Laurie

Leslie Nielsen y Hugh Laurie

Por ejemplo, decían que los prestigiosos médicos que habían inventado esta terapia eran Hugh Nielsen y Leslie Laurie, combinación de los nombres de los actores Hugh Laurie y Leslie Nielsen.

Aquí os dejo el video de la magnífica charla de Mariano, espero que lo disfruteis y lo compartáis con aquellas personas a las que apreciais para que nadie se deje engañar por teorías/terapias pseudocientíficas.  

Desmintiendo #mitostransgénicos: BIOSEGURIDAD

Algo con lo que tenemos que lidiar los científicos prácticamente cada día es con la desconfianza hacia el trabajo que desarrollamos. Evidentemente esto no suele pasar si eres investigador de oncología, pero sí ocurre cuando trabajas en cualquier investigación relacionada con transgénicos. En este último caso, el principal motivo de discusión es siempre la seguridad de los transgénicos, llegando incluso a decirse que se trata de armas nucleares por su imparable capacidad de contaminación… La pregunta es, ¿a quién se le ocurren semejantes comparaciones, y en base a qué? La respuesta es simple, seguramente ya la conoces.

Es totalmente comprensible desconfiar de aquello que desconocemos, precisamente por eso, porque no sabemos o entendemos de qué se trata. Pero la cosa cambia cuando ni siquiera queremos intentar abrir nuestra mente a que nos expliquen los motivos y justificaciones por las que no deberíamos temer a ese elemento desconocido. Resulta mucho más fácil y cómodo dejarse llevar por aquellos que comparten el mismo  desconocimiento, por aquellos que califican a las personas protransgénicos como “esclavos de Monsanto” o “testigos de Jehová” cuando intentan dar a conocer mejor el tema.

Academias y organizaciones que han afirmado que los transgénicos son seguros. Fuente: Genetic Literacy Project.

Academias y organizaciones que han afirmado que los transgénicos son seguros. Fuente: Genetic Literacy Project.

La realidad es que el riesgo 0 no existe. Ni con los transgénicos ni con nada. La diferencia es que confiamos en el arquitecto que hizo los cálculos de estructuras de nuestra vivienda y vivimos en ella porque sabemos o confiamos en que no se va a venir abajo, pero no confiamos en los transgénicos porque… ¿Por qué? ¿Por qué si se conoce el proceso por el cual se obtienen y los millones de controles a los que son sometidos para ser aprobados? Ah sí, seguramente porque alguna vez alguien de quien ni siquiera nos acordamos nos comentó que había escuchado a otra persona decir que no son seguros para el consumo y que producen tal o cual efecto secundario. El caso es que las ideas falsas sobre los transgénicos siempre han sido mucho más virales que la realidad sobre los mismos. Mientras ciertas organizaciones o medios de comunicación se dedican a tiempo completo a inventarse campañas alarmantes sin fundamento científico, los investigadores tienen que trabajar en sus respectivos grupos, y después, si tienen tiempo libre, entre solicitud y solicitud de ayuda para la investigación, también tienen que dedicarse a desmentir y justificar estos mitos. ¿Tan poco valor se le da a la educación, la continua formación y el trabajo de los investigadores?

Llegados a este punto, empecemos a desmentir, una vez más, el mito más trillado: “No hay suficiente evidencia para decir que los transgénicos son seguros”.

Los cultivos transgénicos pasan individualmente un increíblemente elevado número de controles. Estos controles, llevados a cabo por las autoridades regulatorias de la región donde se quieran implantar, son mucho más numerosos y exhaustivos que aquellos que se llevan a cabo para la comercialización de productos no transgénicos, y consisten en:

  • Análisis molecular de los genes introducidos y las proteínas nuevas que se forman a partir de ellos. De qué organismos provienen, cuál es su función, a que órganos de la planta va a afectar.
  • Comparar la variedad transgénica con su equivalente “natural” en cuanto a fisiología, cualidades organolépticas y propiedades nutricionales.
  • Evaluación de posible toxicidad en organismos o para el medioambiente.
  • Estudios de su capacidad de supervivencia como maleza y la posible transmisión de genes a otras especies.

En Europa, la EFSA (European Food Safety Authority) es el organismo que se encarga de garantizar la seguridad de los alimentos consumidos, incluidos los organismos modificados genéticamente. La función del «GMO group» de la EFSA es la de asesorar de forma independiente y evaluar tanto organismos modificados genéticamente (plantas y animales) como garantizar su viabilidad como alimento para humanos (food) y animales (feed). En estos grupos de trabajo participan además científicos externos con experiencia en el tema para centrarse en asuntos concretos y ayudar a emitir los informes científicos.

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Durante años, la EFSA se ha estado encargándose de realizar estos análisis y junto a la OMS admiten que nunca se ha producido ningún incidente de toxicidad ni alergenicidad. Todos los cultivos transgénicos disponibles comercialmente han demostrado ser inocuos dentro de lo esperado en base a la evaluación de riesgo desarrollada de forma previa a su autorización de uso (Unión Europea 2010). Además, los efectos secundarios que se han descubierto hasta la fecha a nivel de laboratorio, con evaluaciones sobre exageradas o que no ocurren en la naturaleza, no han revelado ningún problema a nivel de ecosistema (FAO 2004).

El caso es que además de las autoridades que se encargan de llevar a cabo los análisis de todos y cada uno de los alimentos modificados genéticamente, más de 270 instituciones y sociedades científicas de prestigio ratifican que los cultivos transgénicos y sus productos derivados son totalmente seguros (incluidas todas las academias científicas de Europa y 25 premios Nobel). Esto no sucede por arte de magia (ni por estar “comprados” por ninguna empresa). Un acuerdo tan rotundo como este se debe a la amplia evidencia científica que se ha ido acumulando mediante estudios, réplicas y revisiones durante muchos años. Además, de los aproximadamente 2000 estudios actuales que apoyan la seguridad de los  cultivos transgénicos, alrededor de la mitad han sido financiados de forma independiente (no de empresas privadas).

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Algunas de las aproximadamente 270 instituciones o sociedades científicas que ratifican la bioseguridad de los cultivos transgénicos y sus productos derivados (basados en la evidencia científica). Fuente: Sí Quiero Transgénicos

Finalmente, para aquellos que sintáis la curiosidad de querer saber más, Daniel Norero compiló hace poco algunos ejemplos que demuestran la clara posición de los científicos en este debate. Para animaros a que leáis su entrada: “La Comisión Europea financió 130 proyectos de investigación en bioseguridad, lo cual implicó a 500 grupos de investigación independiente, durante 25 años, y se concluyó que “no hay pruebas científicas que asocien a los organismos genéticamente modificados (OGMs) con riesgos más altos para el medio ambiente o la seguridad alimentaria que las plantas y organismos convencionales (Unión Europea, 2010)”.

En las referencias podéis encontrar varios artículos interesantes (incluidos los de la FAO, la EFSA y la Unión Europea) donde describen exhaustivamente el proceso que siguen todos y cada uno de los alimentos transgénicos que buscan salir al mercado.

Referencias:

Union Europea. 2010. A decade of EU-funded GMO research (2001-2010). Directorate-General for Research and Innovation. Biotechnologies, Agriculture, Food.

FAO. 2003-2004. El estado mundial de la agricultura y la alimentación.

FAO. 2008. GM food safety assessment.

OMS y GMOS.

Genetic Literacy Project

Sí Quiero Transgénicos

Ciencia en abierto / Open Access Science

Estoy segura de que todos nos hemos visto alguna vez en la situación de querer leer una publicación científica, bien por interés personal en el tema, por trabajo o por estudios,  y acabar quedándonos con las ganas. Como dije en una entrada anterior, cuando un tema o una investigación nos interesan no hay nada mejor que buscar la fuente de información más fiable, no obstante, muchas veces nos es imposible dar con el artículo original porque muchas de las revistas en las que publicamos son de acceso limitado.

¿Por qué tenemos que pagar 30€ para leer un artículo? Hoy en día, con la cantidad de recursos de los que disponemos, la ciencia debería estar al alcance de todo el mundo. La falta de transparencia y accesibilidad lleva directamente al subdesarrollo de la investigación, los avances científicos se resienten, y lo que es peor, la ciencia no llega al pueblo. Si hay algo de lo que nos quejamos día sí día también es del poco presupuesto que se dedica a la investigación, pero ¿cómo se va a conseguir más apoyo si la gente no sabe en que se invierte este dinero?

open access

El movimiento Open Access pretende acabar con muchas de las trabas que impiden la distribución de las publicaciones científicas. No se trata tan solo de lo que hay que pagar para suscribirse a una revista o para descargarse un artículo, también a veces la propia política de gestión de las editoriales dificulta que los artículos lleguen al lector. Las bases de este movimiento están descritas en la Declaración de Budapest (Budapest open access initiative) en 2002, la Declaración de Bethesda (2003) y finalmente la Declaración de Berlín (2003), aunque este movimiento cuenta cada día con el apoyo de más instituciones. Concretamente, el acceso abierto a la literatura científica supone que los usuarios pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar los textos completos de los artículos científicos y usarlos con cualquier otro propósito legítimo, siempre citando a los autores y otorgándoles el control sobre la integridad de su trabajo.

Existen dos formas de llegar al Acceso Abierto:

  • Publicar en revistas de Acceso Abierto (conocido como Vía dorada).
  • El autor publica en revistas que no tienen políticas de Acceso Abierto, alojando los textos en un repositorio (conocido como Vía verde).

Los repositorios son colecciones de artículos, una especie de archivo cuya finalidad es conseguir una mayor difusión de la investigación. Muchos institutos o universidades cuentan con sus propios repositorios, facilitando así el acceso a sus propias publicaciones.

Los científicos están cada vez más concienciados en distribuir y dar a conocer su trabajo, por lo que en muchas ocasiones contactando con ellos por e-mail puedes conseguir que te envíen el artículo que te interesa. Además existen plataformas que facilitan este intercambio de información, como es el caso de ResearchGate o Reddit, ¡hasta en Facebook es posible encontrar grupos creados para conseguir artículos de acceso cerrado!

Recordemos que al no luchar contra las publicaciones/revistas de acceso cerrado nos estamos tirando piedras sobre nuestro propio tejado.


I am pretty sure that we all have been in the situation of wanting to read a scientific publication, either by personal interest in the subject, for work or studies, and end up staying with the desire. As I said in a previous post, when we are interested in a topic or research there is nothing better than the original published article, it will always be the most reliable source of information. However, it is often impossible for us to obtain access to the original article because many of the journals in which they are published are of limited access.

Why do we have to pay 30 € to read an article? Today, with the amount of resources at our disposal, science should be available to everyone. The lack of transparency and accessibility leads directly to the underdevelopment of research, scientific advances suffer, and worse, science does not reach the people. We complain every day about the little budget devoted to research, but how are we going to get more support if people do not know in what this money is invested in?

The Open Access movement is seeking to end with many of the obstacles that prevent the distribution of scientific publications. It is not just what you have to pay to subscribe to a magazine or to download an article, it is also that sometimes their own management policy makes it difficult for readers to reach articles. The bases of this movement are described in the Declaration of Budapest (Budapest Open Access Initiative) in 2002, the Declaration of Bethesda (2003) and finally the Declaration of Berlin (2003), although this movement has every day the support of more institutions. Specifically, open access to scientific literature assumes that users can read, download, copy, distribute, print, search or link the full texts of scientific articles and use them for any other legitimate purpose, always citing authors and giving them the control over the integrity of their work.

There are two ways to reach the Open Access:

  • Publish in Open Access journals (known as Golden Road).
  • The author publishes in journals without open access policies, but the articles can be found in a repository (known as Green Road).

The repositories are collections of articles, an archive whose purpose is to achieve greater dissemination of research. Many institutes and universities have their own repositories, facilitating access to its own publications.

Scientists are aware of the situation, they know that they should distribute and publicize their work, so that, contacting them by e-mail is often a successful way to get the item you are interested in. There are also platforms that facilitate this exchange of information, as it is the case of ResearchGate or Reddit, even in Facebook it is possible to find groups created to obtain closed-access articles!

We should remember that by not fighting against publications/magazines of closed access we are cutting off our nose to spite our face.

Fuentes / Sources:

Acceso abierto a las publicaciones científicas: definición, recursos, copyright e impacto. Remedios Melero.

Dialnet

La importancia de cuestionarlo todo / The importance of questioning everything

Hoy navegando por internet me he encontrado un artículo (por llamarlo de alguna forma) que me ha obligado moralmente a escribir esta entrada.

El “artículo” se titula así: “Dieta de los microorganismos: En forma para el verano”. Con esto os podéis hacer una idea de que va el tema, pero os haré un resumen del contenido. Según esta revista “se trata de la última moda en nutrición” y la “dieta” en cuestión consistiría en ingerir bacterias modificadas genéticamente… Después de escribir semejante burrada, explican que unos investigadores están llevando a cabo un estudio que ha demostrado que algunas bacterias modificadas genéticamente “pueden ayudar a reducir la sensación de saciedad” (será aumentar la saciedad, ¿no?). El estudio está en fase experimental, se han visto efectos positivos en ratones pero nada más, eso es todo por ahora en cuanto a la investigación. El problema de este “artículo” es la forma en que los redactores han tergiversado un proyecto científico. ¿Por qué deciden escribir estos señores “Dieta de los microorganismos: En forma para el verano”? ¿En qué momento se les ha ocurrido sacar esa conclusión? Cito más: “Si este verano quieres recuperar la forma, tanto por dentro como por fuera, descubre todos los secretos de la novedosa dieta de los microorganismos”… Me parece maravilloso que se divulguen proyectos científicos en todo tipo de revistas, es una forma de acercar la ciencia a los lectores, pero dudo que esta noticia esté a la altura de ser publicada en ningún sitio. ¿Tan difícil es mantener cierto rigor científico? Es evidente que nadie va a comerse este verano esos GMO’s y mucho menos para ponerse en forma.

Bueno, el caso es que después de leer eso me sentía en la obligación de transmitiros algo que he aprendido durante estos últimos años. He aprendido a poner en duda todas las noticias o artículos que tratan de informar sobre proyectos de investigación. Con esto quiero decir que me he dado cuenta de los muchísimo errores que se cometen a la hora de transmitir la información, periódicos y revistas con millones de lectores cuyos redactores (algunos, no todos claro) bien por desinterés hacia el tema, motivos personales o falta de atención le transmiten al lector una idea equivocada de la realidad, concretamente de la investigación. Para mi es una falta de profesionalidad que estos redactores no sean rigurosos a la hora de escribir sus artículos, algunos deberían aprender a leer mejor los artículos científicos, podrían emplear algo de tiempo en consultar a algún profesional en el tema si no se entiende cualquier cosa, o directamente podrían enviarle el artículo al investigador antes de publicarlo para que sugiriera mejoras.

Dicho esto, solo me queda aconsejar a los lectores que se cuestionen lo que lean, que no se dejen llevar por titulares llamativos, que se guíen por su sentido común y no se crean al pie de  la letra todo lo que lean. ¡Recordad que lo más verídico siempre será la fuente original, el artículo publicado en una revista científica!


 

Today surfing on the Internet I found an article (to call it somehow) that has morally compelled me to write this post.

The «article» is entitled «The diet of microorganisms: fit for summer«. With this you can have an idea of what it is about, but I will summarize the content. According to the magazine «it is the latest fad in nutrition» and the «diet» in question would consist in eating genetically modified bacteria… After writing such stupidity, they explain that researchers are conducting a study that has shown that “some genetically modified bacteria can help reducing the feeling of satiety” (it would be increasing I think). The study is in its experimental phase, they have found positive effects in mice but nothing more, that’s all for now about the investigation. The problem with this «article» is the way the writers have misrepresented a science project. Why did they decide to entitle it «The diet of microorganisms: fit for summer«? How did they draw that conclusion? I quote again: «If you want to be fit this summer, both inside and outside, discover all the secrets of the novel diet of microorganisms» … I think it’s wonderful that scientific projects are spread in all kind of magazines, is a form of bringing science to readers, but I think this article should not be published anywhere. So hard is it to maintain a certain scientific rigor? Obviously nobody is going to eat this summer these GMO’s and much less to be fit.

Well, the fact is that after reading that I felt obliged to transmit you something I’ve learned during the last years. I learned to question all news or articles that attempt to report on research projects. By this I mean that I realized how many mistakes are made when transmitting information, newspapers and magazines with millions of readers whose editors (some, not all of them of course) by disinterest in the subject, personal reasons or inattention convey to the reader a wrong idea of ​​the reality, specifically in this case of research projects. For me it is a lack of professionalism that these writers are not rigorous when writing their articles, some of them should learn to read scientific papers, they could spend some time consulting a professional on the subject if they do not understand anything or they could send the item directly to the researcher before publishing to suggest improvements.

Once said this, I can only advise readers to question what they read, do not be swayed by flashy headlines, guide yourself by common sense and do not believe literally everything you read. Remember that the most truthful source will always be the original article published in a scientific journal!

 

Aquí teneis el artículo científico publicado en The Journal of Clinical Investigation / Here you have the scientific paper published in The Journal of Clinical Investigation

Ethics on the Ege - 'I see you're the co-author of this paper, Dr Mauritz, and you came up with some new insights in the field of quantum mechanics, which you will explain further next week.' 'I am? I did? I will?'